La Niña Fantasma. Torey Hayden

Torey L. Hayden era una maestra de educación especial. Su especialidad eran los niños con mutismo selectivo. Decidió alejarse de una gran ciudad y encontrar trabajo en un pueblo. Tenía una pequeña clase de cinco niños con distintos problemas. Entre ellos, Jadie, una niña de ocho años.

Además del mutismo selectivo, Jadie mostraba un control absoluto de sus emociones y movimientos, pero lo que más le llamó la atención fue un encorvamiento de columna muy pronunciado que no tenía una explicación en un historial médico. Aunque la madre de Jadie afirmaba

Philip. Grand Mal

Jermaia malcriado

Torey logró que empezara a murmurar, con insistencia y un firme convencimiento de que ella podía hablar, aprovechándose de que Jadie no la conocía ni le tenía la medida. «Los niños con mutismo selectivo pueden ser maestros de la manipulación«, afirmaba «Necesitaba

Otro aspecto que le consternaba era su postura extremadamente encorbada, y aunque otros niños que había visto tenían posturas similares de juntar las extremidades al cuerpo, Jadie tenía que arquear el cuello o mirar de lado para ver a un adulto. Cruzaba los brazos «como si estuviera cargando libros pesados«. Al preguntar, Jadie contesta «tengo que hacerlo, para que no se me salgan las entrañas«. 

Pero notó también actitudes perturbadoras y de naturaleza sexual.

Torey empezó a sospechar abuso sexual, lo que podría explicar el mutismo selectivo. Pero no explicaba ese encorvamiento de columna tan pronunciado. Jadie había dicho «es para evitar que mis partes interiores se salgan».

Jadie confesó que «personas misteriosas» abusaban de ella y sus hermanas de distintas maneras. La misma salud de Torey estaba siendo afectada, y más preocupante era la razón por la que suplantaba a la maestra anterior: se había quitado la vida.

Jadie bien podría haber sido un fantasma. Nadie le habló, ni la miró, ni reconoció siquiera su presencia. Y esta actitud era mutua. Jadie se ocupó de sus asuntos con absorción, pero no dio indicios de que hubiera alguien más en la habitación además de ella misma.

El novio de Torey, al escuchar la plática profesional y sus preocupaciones, sugirió «abuso de ritual satánico», debido a un patrón que Jadie dibujaba. Un símbolo que, según el novio recordaba, había visto en una tienda local de espiritismo. Torey no podía tomar esa sospecha como realista. Sin embargo la falta de respuestas la llevó a esa tienda e investigar.

Ciertos patrones coincidían con los rituales de noche de Jadie, algunos símbolos. Pero la colega de Torey, al escuchar esta sospecha de que Jadie podría ser víctima de abuso de ritual, la barrió como absurda. «¿En este pueblo? Eso pasaría en las grandes ciudades, pero no aquí.». Torey no estaba recibiendo apoyo de sus colegas. Llegó a pensar que su propia estabilidad mental estaba en juego.

Finalmente, Jadie accedió a hablar con sus colegas directamente y con la policía. Pero llegado el momento, Jadie era incapaz de hablar. Torey trató de hacer que Jadie se sintiera segura para hablar.
Su testimonio era suficiente para retener a Jadie y sus hermanas de sus padres. Aunque fue muy difícil la separación y la posterior acogida en una casa hogar, Jadie a los pocos días se veía radiante y parándose derecha.

Pero jamás encontraron suficiente evidencia para confirmar que existió una red de culto satánico. Sin embargo, al padre de Jadie se le encontró culpable años después por abusar de una niña.

Jadie tenía 20 años cuando Torey escribió el libro.

(Releyendo, olvidé varios nombres!)

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1 respuesta

  1. 0beli1sk_D. dice:

    Yo te conozco :0

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